Mi mente no calla-Brigadas con amor


         Mi mente no calla-Brigadas con amor

Hoy la vida nos regaló un episodio distinto, uno que se queda tatuado en el corazón. Una brigada que llegó hasta las orillas de la ciudad, a ese lugar donde la necesidad se siente, pero donde también la esperanza se levanta con fuerza. Desde que llegamos, ya había una fila de niños esperando por un desayuno calentito, y sus caritas, qué decir de sus caritas, hablaban solas: ilusión, sorpresa, alegría pura.

Mientras unos preparaban alimentos, otros pintaban sonrisas con actividades infantiles. También estaban ahí los médicos, psicólogos, abogados, quienes daban orientación y apoyo; la parte de tanatología y socioemocional, ofreciendo calma y contención; y la parte espiritual que siempre abriga, que recuerda que no estamos solos. Cada área hizo lo suyo, con tiempo limitado, sí pero con una calidad inmensa. Porque cuando se sirve con amor, hasta lo pequeño se vuelve grande.

Fue una experiencia única. De esas que no se describen, se viven. Y al final, en medio de abrazos, risas y miradas agradecidas, solo queda decir: gracias. Gracias por recibirnos, gracias por abrir las puertas, gracias por existir iglesias y comunidades que no solo hablan del amor, sino que lo practican; que ven la necesidad y no voltean la cara, que buscan un mundo mejor empezando por donde más duele.

A veces creemos que cambiar el mundo requiere millones, recursos enormes o esfuerzos imposibles, pero no. El cambio empieza con un gesto, con detenerte un momento, con dar lo que ya tienes: tus manos, tu escucha, tu tiempo, tu corazón. Todos podemos hacerlo. Todos podemos construir algo bonito en la vida de alguien más.


Gracias Vida Inn

Porque servir no te quita nada… al contrario, te llena.
Y cuando das amor, también regresas a casa lleno de él.



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