Acróstico para
DIANA ENGRACIA TOBÍAS
A veces, alguien nos mira con ojos de cariño y ve en nosotros lo que aún estamos aprendiendo a ser.
Este acróstico me fue regalado con gran corazón, y lo comparto como un gesto de gratitud hacia quien lo escribió y como un recordatorio personal del compromiso diario con mi crecimiento humano y profesional
Destellos de alegría, un alma que irradia.
Inteligencia noble, en cada paso se aprecia.
Amable y fuerte, con corazón que guía.
Nobleza en su esencia, que nunca se olvida.
Alegría constante, en la noche y el día.
Energía sincera, que al mundo ilumina.
Naturaleza cálida, que siempre anima.
Generosa y justa, sin medida.
Radiante sonrisa, que alivia la vida.
Amor en sus actos, sin pedir salida.
Cariño profundo, su eterna melodía.
Inspiración viva, que contagia alegría.
Amistad sincera, sin hipocresía.
Guía de muchos, por su valentía.
Armonía en su voz, al consuelo de su amor.
Resiliencia firme, sin cobardía.
Compasiva y fuerte, en toda travesía.
Impulso constante, que nunca vacila.
Ante todo, un alma que brilla.
Ternura que abraza, sin decir una frase.
Ojos de esperanza, que nunca desfallecen.
Bondad infinita, que a todos complace.
Ilusión verdadera, que sueños engrandece.
Alegría sencilla, que en el alma aparece.
Siempre presente, aunque el tiempo pase.
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