Síndrome de Estocolmo

Síndrome de Estocolmo

💔 Cuando el corazón se confunde: aprendiendo sobre el Síndrome de Estocolmo

Hay momentos en la vida donde sentimos que alguien nos trata mal, nos humilla o nos hace daño… pero aun así, no podemos dejar de pensar en esa persona. Incluso llegamos a justificar su comportamiento, o a sentirnos culpables por lo que pasó.

A veces, ese alguien te hace llorar, pero luego te pide perdón con una sonrisa. Te hace sentir que sin él o ella, no vales nada… pero también te dice que te necesita, que eres especial, y que nadie te va a querer como lo hace esa persona.
Y te lo crees.

💔 Esto puede pasar con una pareja, un amigo, un familiar, un jefe, o incluso alguien que debería cuidarte y protegerte.


¿Qué es el síndrome de Estocolmo?

Es una forma de confusión emocional que aparece cuando alguien que te hace daño también te hace sentir que necesitas de él o ella para estar bien. Es como si el miedo se disfrazara de amor.

Este fenómeno se llama así porque en 1973, durante un robo en un banco en Suecia, los rehenes terminaron defendiendo a los secuestradores, a pesar de que los habían amenazado de muerte. No fue porque les gustara el peligro, sino porque el cerebro humano, en situaciones de miedo extremo, busca sobrevivir.

Y a veces, sobrevivir es hacer creer que "todo está bien".

📍 ¿Cómo reconocerlo?

  • ¿Justificas el daño que alguien te hace?
  • ¿Sientes que sin esa persona no vales?
  • ¿Tienes miedo de alejarte aunque sabes que te lastima?
  • ¿Te culpa por sus enojos, y tú te lo crees?

Si algo de esto te suena, tal vez estás frente a una relación confusa que necesitas mirar con más claridad. 💡

🌿 ¿Qué puedes hacer?

  1. Habla con alguien en quien confíes.
  2. No te calles lo que sientes. Tus emociones no son exageraciones.
  3. Confía en lo que tu cuerpo siente: ansiedad, tristeza o miedo son señales.
  4. Recuerda: el amor no te hace dudar de ti.
✨ “No es amor si tengo que dejar de ser yo para que el otro se quede.”



🎭 Dinámica: "¿Esto es amor?"

Objetivo: identificar señales de relaciones confusas o dañinas.

 Dinámica: "¿Esto es amor?"

Objetivo:
Ayudar a identificar señales de relaciones emocionalmente confusas o dañinas (como las que aparecen en el síndrome de Estocolmo), y diferenciar el amor real del control o el miedo disfrazado de cariño.


🧩 Material:

  • Tarjetas (puedes imprimir o escribirlas a mano)

  • Una hoja o libreta por persona

  • Lápices o plumas


✍️ Paso 1: Lectura rápida (2 min)

Lee en voz alta (o pega en el pizarrón):

"A veces, alguien puede hacernos sentir mal, pero también nos dice que nos quiere. ¿Cómo saber si eso es amor o una forma de control? El amor no te hace dudar de ti. No te da miedo. No te hace sentir menos. El amor real cuida, escucha y te deja ser tú."


🃏 Paso 2: El juego de las tarjetas (5-7 min)

Divide al grupo en equipos pequeños (2-4 personas) y reparte tarjetas con frases como:

  • “Me cela porque me ama”

  • “Le tengo miedo, pero lo necesito”

  • “A veces me insulta, pero luego me pide perdón llorando”

  • “Me anima a ser yo misma y me respeta”

  • “Dice que sin él/ella no valgo nada”

  • “Me grita, pero luego me compra regalos”

  • “Me escucha incluso cuando no estamos de acuerdo”

  • “Me pide que no le hable a mis amigos”



Instrucciones:
Cada equipo debe leer las frases y clasificarlas en dos montones:

  • 🟢 Amor sano

  • 🔴 Amor que duele

Haz una ronda rápida de comentarios:

¿Qué frases generaron más dudas? ¿Alguien pensó diferente?


🖊️ Paso 3: Reflexión personal (3-5 min)

Pídeles que escriban (sin compartir con nadie):

“Una vez yo pensé que alguien me quería, pero…”
o
“Elijo alejarme de lo que me hace sentir…”
o
“Hoy entiendo que el amor también es…”

(Pueden elegir una o escribir libremente). Luego pueden doblar su hoja, guardarla o colocarla en una caja si deseas hacer un ritual simbólico.


💬 Cierre emocional (1 min)

Cierra con una frase como:

“El corazón también se puede confundir. Lo importante no es no equivocarse, sino aprender a volver a ti, a tu valor, y a lo que mereces. El amor nunca debería doler más de lo que abraza.”

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