A veces solo basta escuchar
Vivimos tan rápido que olvidamos detenernos a mirar, y sobre todo, a escuchar.
Nos dejamos llevar por los rumores, las suposiciones o lo que otros dicen de alguien… sin tomarnos el tiempo de preguntar directamente: ¿cómo estás?
Escuchar es un acto simple, pero poderoso. Y tristemente, cada vez más escaso.
🎥 Un documental que toca el alma
Al ver el documental
Nos muestra cómo el sufrimiento puede estar ahí, en medio de la ciudad, entre nosotros, sin que lo veamos.
¿Por qué? Porque muchas veces preferimos ignorar a quien no puede darnos nada a cambio. Nos alejamos de quienes creemos que solo nos pedirán: tiempo, comida, dinero o atención.
Y sí, a veces es así: se acercan para pedir… y nosotros nos alejamos porque no estamos dispuestos a dar.
¿Y si el otro no tiene nada que ofrecernos?
Vivimos bajo una lógica de intercambio: “te doy si me das”.
Pero, ¿qué pasa con las personas que no tienen nada material que ofrecernos?
¿Su dolor no vale? ¿Su historia no importa?
Escuchar a alguien no te quita nada, pero para la otra persona puede significar mucho. Puede incluso salvarle la vida.
Ser puente y no muro
No sabemos lo que el otro está viviendo hasta que nos acercamos.
Y a veces, acercarse es simplemente mirar a los ojos, sentarse un momento, o no cruzar la calle para evitar al que incomoda.
Ser puente es tender una mano, no juzgar, no suponer, no repetir lo que se dice, sino preguntar con respeto y escuchar con el corazón.
❤️ Donde el amor guía nuestros pasos
Quizá no lo sepas, pero podrías ser esa única persona que vio, escuchó y reconoció a alguien que lo necesitaba.
Porque al final, como dice nuestra frase:
Donde el amor guía nuestros pasos, el camino se vuelve más humano.
